jueves, 22 de noviembre de 2012

Contaminación electromagnética por líneas de alto voltaje




Contaminación electromagnética por líneas de alto voltaje Por: Pedro Pozas Terrados
ARGENPRESS (Argentina) 27-09-03 El 5 de mayo de 1994, el Parlamento Europeo aprobó la 'Resolución sobre la lucha contra los efectos nocivos provocados por las radiaciones no ionizantes', en la que se advierte a los gobiernos de los países miembros de la Unión Europea (punto 5 de la resolución), que 'por lo que se refiere a las líneas de alta tensión, deben aconsejarse pasillos dentro de los que quedará excluida cualquier actividad permanente y, con mayor razón, cualquier vivienda'.
Las líneas eléctricas de alto voltaje son las vías por las que discurre la energía eléctrica en ondas de baja frecuencia, aunque con una particularidad: la fuerza eléctrica no pasa solamente a través o por dentro del cable, sino que, produciendo ondas en su misma dirección, genera un campo magnético que se extiende a su alrededor a considerable distancia y pierde intensidad con la misma.
En un organismo vivo, al recibir sobre su superficie la acción de un campo magnético, se origina varios mecanismos de interacción, como la actuación de las fuerzas de los campos magnéticos sobre las cargas eléctricas en movimiento de los organismos expuestos, induciéndoles campos y corrientes eléctricas interiores. El organismo humano es un buen conductor eléctrico, ya que está compuesto fundamentalmente de agua. Por ello, cuando se encuentra expuesto a un campo eléctrico, se produce un aumento de energía en la superficie, y en el interior se generan corrientes eléctricas que pueden interferir en los mecanismos biológicos del organismo a través de su actividad eléctrica natural. Estas interferencias pueden suceder tanto en el funcionamiento de cada órgano como en el transporte de información en las células, ya que éstas se comunican e interaccionan entre sí mediante señales químico-eléctricas y se ha comprobado que un campo eléctrico y/o magnético exterior de baja frecuencia y baja intensidad que induzca al organismo una determinada corriente, puede modificar dicha comunicación, lo cual parece ser que afecta a las síntesis de proteína y al sistema inmunológico.
Según investigaciones de Russel Reiter, Universidad de San Antonio (Estados Unidos), es posible que los campos electromagnéticos alteren en la glándula pineal, situada en la parte posterior del cerebro, la producción de la hormona melatonina, que se segrega durante la noche para regular el reloj biológico del cuerpo.
A pesar de tenerse suficiente información sobre las graves consecuencias para la salud de las personas que viven cercanas a una línea de alta tensión, numerosas constructoras siguen levantando edificios cercanos a estas instalaciones con el consentimiento de los ayuntamientos y la falta de información suficiente a los ciudadanos. Recientemente, la línea que pasaba por debajo de la urbanización Rosa de Luxemburgo en San Sebastián de los Reyes, ha sido quitada tras largos años de lucha vecinal.
Un estudio de especialistas franceses, corroboró uno anterior de Jocelyne Leal, presidenta de la Asociación Europea de Bioelectromagnetismo y Jefa del Servicio de Bioelectromagnetismo del Hospital Ramón y Cajal, en el que se ponía de manifiesto que las personas expuestas a las ondas magnéticas, tenían un riesgo doble de contraer o padecer algunas enfermedades como la leucemia infantil y crisis nerviosas en todas sus variantes.
La exposición a campos eléctricos y magnéticos genera estrés, falta de concentración, fatiga, irritabilidad, etc., y disminuyen las defensas orgánicas de las personas o niños expuestos, con lo cual las enfermedades pueden aparecer con mayor facilidad.
El informe Karolinska elaborado en Suecia y avalado por el Instituto del mismo nombre de gran prestigio internacional, es el resultado de una investigación exhaustiva sobre 'Los Campos Magnéticos y el Cáncer en personas que viven cerca de las Líneas de Alta Tensión Suecas', dirigido por María Feychiting y Anders Ahlbom, en el que se realizó un estudio a 436.503 personas que habían vivido a menos de trescientos metros de una línea de alta tensión entre 1960 y 1985. Concluye recomendando no vivir a menos de cien metros de una torre o línea de alta tensión. Suecia ha elaborado una ley que regula este tipo de instalaciones y ha trasladado a los colegios cercanos a estas líneas, fuera del alcance de los campos electromagnéticos. El informe sueco ha planteado igualmente, el riesgo de leucemia entre la población infantil localizada a menos de 300 metros de las líneas de alta tensión. Según el profesor Anders, hay indicios proporcionados por pruebas de laboratorio, en animales y también por personas expuestas en su trabajo a elevados niveles de electromagnetismo, de que éste influye en determinadas formas de cáncer.
Existen igualmente otros estudios del Departamento de Medicina de Colorado (EE.UU.), los cuales llegan a la misma conclusión que el informe Karolinska.
No cabe duda, ante este cúmulo de datos, que los tendidos de Alta Tensión, cercanos a viviendas y colegios, son verdaderos monstruos agresivos contra el reloj biológico de la vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario